sábado, 21 de noviembre de 2009

Blog recomendado

TENGO que inaugurar esta sección con el gran Marcelo Lacanna, no hay alternativa. A principios de los noventa lo conocí a través de la revista Humor, donde escribía una columna sobre las vicisitudes de los jóvenes de su generación (es del 72), impecablemente redactadas, divertidas y con un sutil toque de reflexión. Las editó toditas en un volumen, Rompiendo huevos, hoy inhallable pero que se encuentra subido en su propio blog. Durante una feria del libro pude conocerlo y hacerme firmar mi valioso ejemplar, y luego le perdí el rastro por años hasta 2009, cuando de casualidad lo reencontré en el cyber-espacio, ahora ya crecidito y ocupado con otras temáticas, aunque tan ingenioso como siempre.
Lo recomiendo calurosamente porque, además, el sr. Lacanna está más bueno que comer pollo con la mano.

http://marcelolacanna.blogspot.com/

Abril de 1995, firma de ejemplares: yo estaba feliz
como si hubiera conocido a García Márquez

sábado, 14 de noviembre de 2009

Macabro hallazgo III


Después de arduas investigaciones, pude llegar a la conclusión de que las "pic-cups" son las entrañables tazas locas del Italpark. Este garaje, ubicado en Tigre, está a la vanguardia en la materia y ya prevé tarifas para este nuevo medio de transporte, ideal para navegar por Pacífico ayer, por ejemplo, con un metro de agua en Humboldt y Santa Fe...


Los insufribles I

Dejemos que mi querida colega Pepa sea la que abra el fuego en esta sección, donde están todos invitados a disparar con munición gruesa respecto de aquellas cuestiones que nos enroñan la existencia:

Si los chorros se lo van a llevar igual, si la grúa se lo va a llevar igual, ¿para qué catzo le ponés alarma al auto? ¿Para joder al prójimo cada vez que dicha ultrasensible alarma se dispara a quinientos decibeles por una cagada de paloma o una tos un poco fuerte, y vos ni te molestás en ir a apagarla?





viernes, 13 de noviembre de 2009

Band of brothers

Año 1978

Hoy es el cumpleaños de mi hermano. Le llevo cuatro años y cuatro meses. Desde que supe que iba a tener un hermano, me copé con la idea y seguí de cerca la panza de mamá. Nació un domingo sofocante, justo al mediodía, tras una antológica comilona materna de sándwiches de pavita. Tengo el recuerdo muy nítido de estar con la nariz pegada contra el vidrio de la nursery, mirando la cunita con su nombre.
Nunca hubo entre nosotros celos, competencia, suspicacias, en fin, esas cosas que se dan habitualmente entre hermanos, ya sea que te disputes la porción de pizza más grande o una jugosa herencia (seguramente el hecho de que no haya jugosa herencia haya facilitado las cosas, jiji). En serio: créanme cuando les digo que en treinta y dos años nunca nos distanciamos, ni nos enfrentamos por ningún tema, ni nos criticamos... y eso, que para muchas familias es ajeno, para nosotros resulta absolutamente natural. El mérito no es mío, claro. Leonardo es la persona más buena que conozco. Incapaz de hacer daño, su corazón es enorme, generoso, y adonde quiera que vaya lo quieren, lo aceptan, lo eligen como el mejor compañero.
Yo siempre digo que somos opuestos complementarios. Lo mío es leer, escribir, hacerme la payasa, ser torpe hasta para cerrar la heladera, experimentar con el teatro, subirme a los cordones cuando manejo. Lo de él es la introspección, la habilidad manual, un sublime sentido estético para dibujar y diseñar, la pericia innata para conducir, la facilidad con los números, la timidez para hablar en público. Sin embargo, esas diferencias son sólo aparentes; en lo profundo, en lo importante, debemos ser más parecidos de lo que creo. Sólo así se explican tantos años de fraternidad bien entendida.
Muy feliz cumple, hermano. Lo mejor hoy y siempre, de corazón.
[¡Y gracias por darme material para un post que haga llorar a las abuelas!]

Año 2009

martes, 10 de noviembre de 2009

Buñuelo de palabras II

"Lo que para algunos es trapo, para otros es bandera."
MARÍA TERESA ANDRUETTO, Lengua madre

Macabro hallazgo II

¡Qué lugar Río de los Pájaros! Especialmente el *gimnacio*: te ayuda a perder calorías, a perder esos molestos rollitos... y sobre todo a perder las eses.


Yacuzi: también está mal, pero comparado con lo otro...

domingo, 8 de noviembre de 2009

El amor en los tiempos del descodificado

Seguramente hay hordas de hombres felicísimos porque pueden ver fútbol a toda hora por la TV pública. Y, claro, hay hordas de mujeres furiosas por la misma razón. Nos *obligan* a verlo. Pueden ser las diez de la mañana de un sábado o las once de la noche de un jueves, no importa: siempre hay fútbol. Y en casa siempre se lo mira, aunque sea con el rabillo del ojo, aunque sea en medio del zapping o aunque jueguen Atlético Garompeta y Deportivo Lisiado por la Copa Juan Alberto Tantarulla, en Necochea, a las seis a.m. de un lunes en pleno julio.
Mi denuncia es grave. Se ha roto el diálogo en la pareja. Antes de este "regalito" Gobierno K - AFA, una conversación conyugal en casa podía ser así:
-¿Todo bien? ¿Pagaste las expensas?
-Sí, acá dejo el comprobante... ¿Qué cenamos?
-Está la tarta... ¿hacemos una ensalada?
-Dale, voy poniendo la mesa.
-El fin de semana podríamos vernos con Zutanito...
-Buenísimo, ahora lo llamo... Y si no, vamos al cine.
-¿Llamó alguien?
-Tu mamá; dice que pases el jueves, tiene esos papeles que le pediste...
Como habrán visto, en pocos segundos se resolvían varios temas: pagos domésticos, gastronomía, esparcimiento, compromisos familiares.
Ya nada volverá a ser como entonces. Hoy, la conversación ha mutado en lo siguiente:
-¿Todo bien? ¿Pagaste las expensas?
[El susodicho está poseído por los rayos catódicos, les "habla" a los jugadores, tarda varios segundos en contestar, sufre/goza con las alternativas del partido, resopla, no devuelve nunca la mirada] -Seeee... seeee... ¡Dale, metela!
-¿El comprobante?
-¡No está adelantado, che! Este referí... ¿Me decías?
-Si tenés el comprobante...
-Ahora te lo alcanzo... ¡Mano! ["ahora" es "nunca", deberé cartonear entre pilas de suplementos deportivos hasta dar con él]
-¿Y la tarta dónde está?
-Uy, me la devoré en el entretiempo, ¡este partido me tiene loco!
-En fin... ¿Qué hacemos el fin de semana? ¿Pensaste algo?
-Eh... Pero mirá este pibe lo que hace... ¡Palo, no lo puedo creer! Yo siempre dije que Sanchotábal tiene que ir a la Selección.
-...
-No sé, ¿no tenías que ir a lo de tu mamá?
-Sólo si llamaba... ¿llamó?
-Me parece que sonó el teléfono mientras estaba en el baño... Aproveché a ir mientras se llevaban a Saporitti lesionado. No alcancé a contestar. ¡La puta madre, qué golazo! [cara de velorio]
-Pero esto no es River, ¿por qué te amargás?
-Es que me juega en contra en el Gran DT...

viernes, 6 de noviembre de 2009

Buñuelo de palabras I

"Que hay algo más que nosotros, es casi evidente, que hay algo que nos trasciende, también, que para algunos sea un gas, para otros una hélice genética, o una energía divina, un orden perfecto o un señor con barba, confirma nuestra insuficiencia humana para dar cuenta de lo que nos abarca."

TOMÁS ABRAHAM, Historia de una biblioteca

Mandando fruta

Hoy desde el colectivo vi, al fondo de lo que parecía un terreno baldío, un árbol de nísperos. Para el que no conozca esta particular frutita, puedo contarle que se trata de una bolita color amarillo intenso, a medio camino de ser un damasco (así, fibroso), pero más jugoso, ¡riquísimo! El carozo es una "canica" casi perfecta, achatada en uno de sus lados; cuando la piel se le seca, se le sale como a los maníes. Y el árbol de nísperos llega a ser bastante grande, con las hojas verde oscuro, de forma "apalmerada".
Cuando vivíamos en Guernica, teníamos frutales en el parque. Uno de ellos era un níspero, por eso mi profundo conocimiento del tema. Había también una higuera, gigante; nunca pude comprobar la popular (y brujeril) leyenda según la cual este árbol sólo florece en la medianoche del 24 de diciembre. Además, una higuera más chica. Un árbol raro, que nunca supimos qué era (se sospechaba si no sería un nogal, pero nunca emitió fruto alguno). Una planta de mandarinas y otra de naranjas de ombligo. Un pomelo, por si fuera poco. Todo producía de manera tan generosa que mi papá diseñó un "recolector" de higos de altura (difícil de describir pero muy eficaz) y me quedó la imagen de mi mamá llenando fuentones y fuentones de naranjas grandes como balas de cañón. Luego vinieron el progreso (léase un patio nuevo, una parrilla) y adiós arbolitos. La higuera sucumbió al imbatible argumento de que era muy sucia. Se salvó algún cítrico.
Uds. saben que mi conexión con la naturaleza es escasa, aunque admito que cada vez que veo una naranja de ombligo me vienen a la cabeza ese árbol, esa casa y esas flores de azahar en pleno abril, fragantes y perfectas.
¿Y cuál es vuestra experiencia con las frutas? ¿Sólo las ven en la lata y con almíbar?

martes, 3 de noviembre de 2009

De tícher an de piúpil

En Colón me llamó la atención que había dos actividades comerciales que abundaban por doquier.
Una era el rubro heladerías. Había muchas, demasiadas para un centro tan pequeño. En las esquinas, en cada cuadra, incluso una enfrente de otra, desde cadenas más populares (como Grido) hasta emprendimientos locales, algunos muy lindos y con mesitas de café y todo. Si la cosa resulta rentable o no, lo desconozco. Pero del otro rubro comercial sí me quedó la certeza de que, definitivamente, no funciona, pese a haber visto varios de ellos: se trata de los institutos de inglés.


Du iu spik ínglish?

¡Gracias totales!

Muchas gracias a todos aquellos que se engancharon, hicieron aportes, felicitaron y un largo etcétera. El día del debut me olvidé de comentar que habrá, cada tanto, algún insufrible narrado al nuevo estilo: cortito y al pie. Quedan desde luego invitados a hacer catarsis contando cuáles son vuestros insufribles...
[La versión no autorizada dice que el día del lanzamiento del blog estaba muy distraída viendo cómo mi maridovio ponía la mesa con delicatessen oriundas de Colón, y por eso me "comí" lo de los insufribles... y luego, claro, me comí el escabeche, las nueces, los huevitos de codorniz, el quesito... Porque memoria puede faltarme pero gula ¡jamás!]

domingo, 1 de noviembre de 2009

Macabro hallazgo I


Hace poco pasé unos días en Colón, Entre Ríos, sitio pródigo en hallazgos de este tipo. Acá va el primero, una verdulería cuyo cartel me perforó la retina. Me acerqué a preguntar pero no hizo falta, porque un empleado me salió al cruce y despejó mis dudas: "También tenemos bananas de Hecuador...".

A pedido del público (ahora jódanse)

Doy por iniciado el blog que tanto han pedido las masas. A diferencia del anterior, éste no tendrá la pretensión de discurrir largamente sobre un tema. La gente no tiene tiempo de ponerse a leer extensas parrafadas sobre nada; internet es ritmo, velocidad, la síntesis más perfecta del picoteo mental.
Aquí encontrarán secciones fijas que implican algunos homenajes. Con el título "Macabro hallazgo" añadiré fotos de letreros especiales, burradas del lenguaje, etc., en la línea de los admirados Cartele (el que no sepa de qué hablo, vaya ahora mismo a enterarse). Con el título "Buñuelo de palabras" transcribiré algo que haya leído que valga la pena, por su poesía, por su ironía, porque pertenece al tipo de frases que subrayaríamos. Y, finalmente, en buena medida las entradas me servirán para mostrar una imagen de algo peculiar o llamativo (otro homenaje, esta vez a María José "Pepa" Urrea), comentar pelis o libros, recomendar blogs, iniciar debates...
Esto último es muy importante: buena parte de los blogs tienen su médula en los comentarios. Así que, en la medida de lo posible, los invito a hacerse amigos y hacer vuestro aporte. Desde ya, muchas gracias.

Combatiendo los nervios del debut