jueves, 25 de febrero de 2010

Curiosidad

¿Por qué será que suele haber acuchillados, baleados y heridos (cuando no muertos) en recitales, partidos de fútbol y eventos de ese estilo, y nunca hay ni siquiera un resfriado en bibliotecas, museos y centros culturales? ¿Por qué, eh? ¿EH?

sábado, 20 de febrero de 2010

Afirmativo


Este mes fui a renovar la cédula. En las hermosas instalaciones de la calle Azopardo de la Policía Federal no hay aire acondicionado, no hay eficiencia, pero sobre todo no hay asientos suficientes, como lo demuestro en la foto. Totalmente noqueada por horas y horas de espera, me senté en el piso y dormité; soñé que me convertía en una gran cucaracha, como Gregorio Samsa en el libro de Kafka, lo cual era una excelente noticia pues, como todos saben, las cucarachas no necesitan documentos.
Al despertar, me asaltó la verdadera pesadilla: ¿con qué cara saldría en la foto de la cédula, considerando los efectos de esta amansadora? ¿Una onda "averiguación de antecedentes"?

martes, 16 de febrero de 2010

sábado, 6 de febrero de 2010

Sobre gustos, está todo escrito

Agradecemos una nueva colaboración
del lector Fabián F. desde Córdoba

martes, 2 de febrero de 2010

Las casas por su (feo) nombre

Hay una costumbre simpática, que consiste en ponerles nombres a las casas, generalmente a las de fin de semana o las de veraneo en la costa. Simpática, sí, pero un poco al garete porque, a diferencia de una mascota, la casa no "responde" a dicho nombre. Es decir, no hay como contrapartida un ser vivo que al oírlo se acerque moviendo el rabo alegremente. Tampoco creo que la gente se refiera a las casas por el nombre. Me parece raro que digan "¿Vamos a La Soñada este domingo?"; más bien creo que deben rebuznar algo genérico, tipo "la quinta", "la casa de la tía Chola" o "esa tapera que se compró la insoportable de tu prima", etc.
Sin embargo, se puede caer aun más bajo y bautizar la propiedad en cuestión con un nombre que:

1) le quede grande (cuando le ponen Mi Mundo y es un terrenito de cuatro por cuatro);
2) sea incompatible con la realidad (le pusieron Siempreverde y no crecen ni los yuyos);
3) esté quemado por el uso y abuso (caso Macondo, y el que no sepa qué es Macondo lo guglea *ya*);
4) resulte impronunciable porque juntaron las sílabas iniciales de los nombres de los siete hijos de la familia (Jorferlaucarmauseda);
5) sea directamente feo (y a las pruebas me remito: vean la foto que tomé en Colón y, si son guapos, vayan y pregunten dónde queda el Rancho Mechonga)...